GRITAMOS A TODO PULMÓN

“Lamentablemente vivimoss en un país en donde no nos creen, aunque presenten evidencias, aunque lo estemos gritando a todo pulmón en las calles, aunque tengamos la valentía suficiente para tomar acción legal; no se nos cree. Nos cuesta mucho el enfrentarnos como sociedad ante tanta putrefacción que forma parte de nuestro día a día. Por eso hija, yo hoy te digo que te creo, y cuentas con mi apoyo y el de tu mamá si es que decides exponer tu historia o no.” Estas palabras salieron de la boca de mi padres, y es por eso que tengo la valentía el día de hoy a alzar la voz y contar mi historia.

Me autodenomino una de las afortunadas, ¿Qué extraño no? ¿Afortunada por qué? simplemente por el hecho de poder contar mi historia, de tener el privilegio de no haber terminado muerta y desaparecida, y sí menciono la palabra privilegio porque hoy en día eso parece ser, un privilegio vivir en México, ser mujer y seguir viva.

Me siento afortunada porque a mí solamente me golpearon, no me desaparecieron, me siento la más suertuda porque a mí solamente me intentaron matar mientras me ahorcaban y me decía al oído “aquí te quedaste” pero no, ahí no me quedé, aquí estoy. Y hoy le agradezco por no haber cumplido sus múltiples amenazas.

Esta historia empieza con una relación que empezó como la mayoría, llena de amor, de ese amor que todos anhelamos, éramos tu y yo ¿recuerdas amor? tú y yo contra el mundo. Y así hasta que tú mostraste tus verdaderas intenciones, en donde termine siendo una extraña imitación de mi misma, pero moldeada a tus gustos [en tus palabras] tu creación.

Tardaste dos años para lograr despersonificarme, dos años de abuso psicológico hasta que eso ya no te fue suficiente y pasaste a la tan normalizada violencia física. Pero nada de eso dolió tanto como escuchar tus suplicas por teléfono pidiéndome que tan solo te dijera que había sido mi culpa, que por favor aceptara que yo te llevé a ese punto, que me lo merecía.

Han pasado ya meses, me siguen llegando amenazas, convertiste la difamación de mi nombre en tu objetivo principal contando lo loca, lo enferma y psicópata que soy, enviándoles mensajes a mis padres que me metieran a terapia psiquiátrica, y si, como negarlo, sí estoy loca, sí llegue a tener pensamientos suicidas, sí te acosaba, sí a todo lo que dijiste de mí, cada quien puede creerse su propia historia. Pero ¿sabes qué? sigo sintiéndome la mujer más afortunada. Me permitiste seguir viva, me permitiste salir de ese departamento con un golpe en la cara y moretones en el cuerpo, pero viva. Y hoy esta loca, enferma, psicópata se siente fuerte y orgullosa de sí misma y por eso se compromete a ayudar a sus hermanas, a todas aquellas que han pasado por lo mismo ó circunstancias similares , esta loca se compromete a luchar por justicia en contra de la violencia hacia la mujer y principalmente a representar a las que no fueron tan afortunadas, a las que ya no están.

Hoy les comparto mi historia, pero también dejo de victimizarme y mi historia me empodera, pero no me representa, soy una versión mejorada de mi misma, mis experiencias me han hecho más fuerte y valiente. Te invito de todo corazón que no permitas en ninguna de sus facetas la violencia, nadie tiene derecho a violentarte, no se lo des a nadie.

Attentamente - Una mujer valiente.